¿Por qué restringimos el movimiento en lugar de adaptarlo?

Mar 18, 2024By Eileen Rodriguez, MS-AES, Fisiologa del Ejercicio
Eileen Rodriguez, MS-AES, Fisiologa del Ejercicio

En el ámbito de la salud, la pregunta persiste: ¿Por qué limitamos el movimiento cuando se diagnostica una condición en lugar de adaptarlo? La evidencia abunda en cuanto a la importancia del movimiento para el correcto funcionamiento de todos los sistemas del cuerpo. Entonces, ¿por qué seguimos limitando el movimiento cuando más lo necesitan los pacientes?

Un ejemplo destacado es el caso de los pacientes con cáncer. Numerosos estudios respaldan la práctica de ejercicio, tanto aeróbico como de resistencia muscular, para mejorar la prognosis, tolerancia al tratamiento, tasa de supervivencia y manejo de síntomas. Durante la quimioterapia, mantener la masa muscular es esencial para contrarrestar la fatiga y la toxicidad del medicamento, facilitando así que los pacientes completen sus tratamientos.

Además, algunos tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia, pueden causar una pérdida significativa de densidad ósea, aumentando el riesgo de fracturas (Schmitz, K. H., 2021). Es aquí donde el ejercicio de resistencia muscular desempeña un papel crucial en la prevención de caídas, dado que los pacientes con cáncer tienen un 20% más de riesgo de caídas que sus pares saludables (Schmitz, K. H., 2021).

El ejercicio aeróbico también ha demostrado ser un protector cardiaco contra los efectos tóxicos de la quimioterapia. Una capacidad cardiorrespiratoria alta se correlaciona positivamente con una menor estadía hospitalaria, lo que mejora la prognosis del paciente. Además, en el contexto de la inmunoterapia, estudios sugieren que el ejercicio puede aumentar la efectividad del tratamiento al promover la movilización de glóbulos blancos, un efecto que se produce después del ejercicio.

Entonces, ¿por qué seguimos limitando el movimiento en lugar de adaptarlo y modificarlo? Es una interrogante que merece nuestra atención. Afortunadamente, los estudios recientes sobre ejercicio oncológico están explorando enfoques más adaptativos, como la periodización basada en los ciclos de quimioterapia. Esta estrategia dosifica la intensidad del ejercicio y aumenta la adherencia a los programas de ejercicio, evitando la sobrecarga y adaptando la intensidad a las necesidades individuales de los pacientes.

Es esencial considerar a cada paciente de manera individual, analizando su nivel de actividad física previo al diagnóstico y el actual para determinar su capacidad de mantener un estilo de vida activo. Adaptar el entrenamiento y los ejercicios en función de las necesidades particulares de cada paciente es fundamental en la búsqueda de una mejor calidad de vida y una mayor efectividad del tratamiento.

Establecer canales de referido hacia profesionales del ejercicio debidamente capacitados para trabajar con estos pacientes de manera segura es esencial. Esto permite promover un enfoque multidisciplinario, integrando el conocimiento y la experiencia de diferentes especialistas en el cuidado de la salud.

Es hora de reconsiderar nuestra aproximación al movimiento en el ámbito de la salud. En lugar de limitarlo, debemos adaptarlo y ajustarlo para aprovechar al máximo sus beneficios en el bienestar y la recuperación de los pacientes.

Referencia

Schmitz, K. H. (2021). Exercise Oncology: Prescribing Physical Activity Before and After a Cancer Diagnosis (1st ed. 2020 ed.). Springer.